La fortaleza estratégica de Saladino
Un viaje impresionante hacia la genialidad militar islámica y las vistas panorámicas del Valle del Jordán.
Majestuosamente encaramado a 1.250 metros sobre el nivel del mar, el Castillo de Ajloun (Qala’at ar-Rabad) no es solo una ruina, sino un símbolo poderosamente preservado de la estrategia militar islámica. Construido no por los cruzados, sino por los ayubíes en los años 1184-85 d.C., esta formidable fortaleza fue encargada por Izz al-Din Usama, sobrino del legendario sultán Saladino (Salahuddin Al-Ayyoubi). Su propósito principal era defenderse de los avances cruzados desde el oeste y proteger las vitales minas de hierro de Ajloun, desempeñando un papel crucial en las exitosas campañas de Saladino.
El diseño del castillo es un brillante ejemplo de arquitectura militar árabe. Su ubicación estratégica en Jabal ‘Auf ofrecía una vista dominante de las rutas de comunicación entre Jordania y Siria, permitiéndole formar parte de una cadena de señales que podía transmitir mensajes desde el Éufrates hasta El Cairo en una sola noche.
– Cuatro imponentes torres cuadradas conectadas por gruesos muros defensivos.
– Un profundo foso excavado en la roca que protege la entrada principal.
– Un laberinto de salas abovedadas, escaleras y pasadizos secretos utilizados por los soldados.
– Increíblemente, muchas de las altas bóvedas siguen intactas, lo que permite apreciar plenamente la escala y la artesanía.
Duración recomendada de la visita: Planifica entre 1 y 1,5 horas. Esto permite explorar cómodamente los múltiples niveles, torres y cámaras del castillo, tomar fotografías y disfrutar de las vistas.
– La primavera (marzo-mayo) y el otoño (septiembre-noviembre) ofrecen el clima más agradable. Para disfrutar de la luz más dramática y temperaturas cómodas, lo ideal es una visita por la tarde, culminando con una espectacular puesta de sol sobre el Valle del Jordán.
– Tamaño y escala: El complejo cubre un área significativa, con sus muros y torres dominando la cima de la colina. Las estructuras internas son compactas e interconectadas, lo que lo convierte en un sitio fascinante para explorar a pie.
– Desde las almenas se contempla una de las panorámicas más impresionantes de Oriente Medio. En un día despejado, la vista se extiende por las colinas boscosas del norte de Jordania hasta el Mar Muerto.
– Ofrece un contrapeso perfecto a los castillos cruzados como Karak y Shobak, mostrando la arquitectura militar avanzada de la dinastía ayubí.
– Un viaje a través de capas de historia: Tras los ayubíes, el castillo fue ampliado por los mamelucos en 1214-15 y más tarde utilizado como centro administrativo, añadiendo nuevas capas históricas a sus muros.
Combina tu visita al Castillo de Ajloun con un recorrido por las antiguas ruinas romanas de Jerash, a solo 45 minutos en coche. Esta combinación crea una excursión perfecta de un día completo, fusionando a la perfección la historia clásica y medieval.
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