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Pequeña Petra (Siq al-Barid)

El encantador puesto desértico de los nabateos

Adéntrate en una mini maravilla de arquitectura excavada en la roca, sin las multitudes

A solo 15 minutos al norte de Petra, escondida en un tranquilo valle desértico, se encuentra Pequeña Petra (árabe: Siq al-Barid) —un fascinante sitio satélite de la gran capital nabatea. A menudo llamada la “Pequeña Petra”, este compacto complejo ofrece las mismas impresionantes tumbas, templos y triclinia excavados en la roca que su famosa vecina, pero con un ambiente íntimo y libre de multitudes. Una visita aquí permite vislumbrar la vida cotidiana, el comercio y el arte de los nabateos más allá de las murallas de la ciudad principal.

Por qué visitar Pequeña Petra?

– Atmósfera auténtica: escapa de las multitudes y disfruta de la arquitectura nabatea en un entorno tranquilo.
– Sitio Patrimonio Mundial UNESCO: parte del Parque Arqueológico de Petra.
– Detalles bien conservados: tallados intrincados, antiguos canales de agua y coloridos frescos.
– Fácil acceso: excursión perfecta de medio día combinada con Petra o Wadi Rum.

– El Siq (cañón): un corto y estrecho desfiladero flanqueado por tumbas y tallados.
– La Casa Pintada: conserva frescos de 2,000 años que representan viñas, flores y figuras —una rara muestra del arte nabateo.
– Triclinia (salones de banquete): donde los mercaderes nabateos celebraban festines y negociaciones.
– Sistemas de agua antiguos: testimonio del genio ingenieril nabateo.
– Miradores: asciende a las colinas cercanas para vistas panorámicas del desierto.

– Época nabatea (siglo I a. C.–siglo II d. C.): funcionó como retiro suburbano, estación de comercio y parada de caravanas para mercaderes que se dirigían a Petra.
– Reconocimiento UNESCO: protegido como parte del Patrimonio Mundial “Petra: Ciudad Rosa del Desierto”.

– Ubicación: 8 km al norte de Wadi Musa (pueblo principal de Petra), fácilmente accesible en taxi o con tour guiado.
– Duración recomendada: 1–2 horas (a menudo combinada con la cercana aldea neolítica de Beidha).
– Mejor momento para visitar: mañana o final de la tarde para evitar el calor; ideal en primavera (marzo–mayo) u otoño (septiembre–noviembre).
– Extensión del sitio: el área principal abarca aprox. 0.5 km², con estructuras agrupadas a lo largo de un corto siq y acantilados cercanos.
– Entrada: incluida en el Jordan Pass de Petra; no se requiere boleto separado.
– Tour guiado: a menudo incluido en excursiones de día completo en Petra.
– Senderismo: los más aventureros pueden caminar desde Petra (aprox. 2–3 horas).

– Usa calzado cómodo: los senderos son irregulares, con algunas subidas opcionales.
– Lleva agua y protección solar: hay poca sombra.
– Combínalo con Beidha: visita el asentamiento neolítico cercano (uno de los pueblos más antiguos del mundo).
– Fotografía: la luz de la mañana realza las fachadas talladas; para la Casa Pintada se recomienda llevar linterna.

Aunque más pequeña que Petra, Siq al-Barid ofrece una valiosa mirada a la vida diaria, las redes comerciales y la expresión artística de los nabateos. Sus frescos conservados y su escala íntima la convierten en una joya escondida para amantes de la historia y la fotografía.

Listo para explorar más allá del camino principal?

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